Intrigante y nostalgica propuesta de Joselin Cabezas, artista plástica que en esta ocación nos habla de la ausencia, para esto reduce su habitación a un pequeño cajón de velador.
Al respecto me comenta lo siguiente:
"Para Lakan la
ausencia la sentimos primero con la figura materna, cuando aún no podemos
reconocernos a nosotros mismos, frente a un espejo, esto es el “Estadío del
Espejo”, cuando somos pequeños solo miramos nuestros brazos piernas y
torso, somos seres fragmentados que al mirarse en un espejo nos encontramos
completos pero para que un niño pueda reconocerse en él necesita una guía,
alguien que pueda ver directamente con sus ojos y que a la vez se refleje en el
espejo, esa persona será la madre, pero cuando el niño aún no se reconoce y
la madre se ausenta el niño se angustia y eso seguirá
pasando hasta que él pueda reconocerse como un sujeto completo y al quedarse
solo se sienta atraído por su propio reflejo. Del mismo modo sucede
cuando crecemos y tenemos relaciones interpersonales, donde nos aferramos a
alguien y cuando esta persona se aleja nos angustiamos, para que esto pueda ser
superado debemos volver a reconocernos como un ser completo que no es una parte
de un todo, por eso siempre cuando uno tiene una ruptura amorosa o un
fallecimiento de algún familiar, o simplemente la separación por otros motivos,
lo que se recomienda es centrarse en uno mismo, comenzar a conocerse más, hacer
actividades que nos apasionan para que nuestro reflejo completo sea solo de
nosotros y nos sintamos atraídos por él.
Esta pequeña habitación cuyos muebles están hechos de cajitas de fósfotro y retasos de tela evoca la infancia, el tono tierra y los elementos rasgados me asocian a algo antiguo, al pasado.
Las sombras
generadas oscurecen la mitad de la
habitación, que se encuentra en “uso” ya que al sentir uno este tipo de ausencia parece olvidarse de sus cosas personales y solo pensar en el ser ausente, y cuyo espacio se siente más presente que
antes".