Se trata de un célebre dibujante inglés de principios del siglo XX. Le debe su fama a sus ilustraciones de gatos antropomórficos que atiborraron literalmente las publicaciones de la época.
Ya era ilustrador cuando su esposa enfermó de cáncer sólo tres años después de su matrimonio. Wain la entretenía realizando pequeños shows con su gato Peter, al que hacía llevar gafas y fingir que leía. Con su gato Peter nació la idea a la que Wain debe su fama; los gatos antropomórficos. Sus ilustraciones comenzaron a proliferar por toda Inglaterra; gatos jugando al golf, tomando té o conduciendo autocares, con expresiones y ademanes humanos, todos ataviados a la moda de la época. Sus famosos gatos estaban por todas partes: en la prensa, en las tiras cómicas, en las tarjetas de felicitación, en calendarios... él mismo participó en muchas organizaciones por la defensa de los animales, llegando a ser miembro del National Cat Club. Su obra fue tan famosa que H.G. Wells dijo que los gatos ingleses que no se parecen a los de Wain se averguenzan de sí mismos.
Sin embargo el carácter apocado de Wain y su escaso talento empresarial no supo traducir su fama en dinero y malvivió casi toda su vida en casa de su madre, sus cinco hermanas y sus diecisiete gatos haciendose cargo de todos los gastos con los escasos ingresos que sus ilustraciones, malvendidas, le reportaban.
A la edad de 57 años le fue diagnosticada esquizofrenia y su comportamiento, de agradable y humilde, pasó a ser agresivo y desconfiado. Según su trastornada mente, era el parpadeo de las imágenes del cine el que le había arrebatado la electricidad de su cerebro. Vagabundeaba por las calles de noche, cambiaba los muebles de sitio o pasaba largas horas encerrado en su habitación escribiendo incoherencias. Cuando su comportamiento se hizo intolerable sus hermanas lo ingresaron en el ala de pobres de un hospital mental. Afortunadamente, celebridades como H.G. Wells o el mismísimo primer ministro descubrieron su paradero y lo trasladaron al Hospital Real Bethlem que disponía de enormes jardines llenos de gatos donde Wain pudo encontrar de nuevo inspiración y tranquilidad para volver a dibujar.
periodo posterior a su enfermedad: “Gatos psicóticos”
Ahora sus dibujos distaban mucho del estilo que le dio la fama. Sus ilustraciones mostraban ahora a gatos de un barroquismo lisérgico, de una expresividad inquietante, aflorando de mundos imposibles y de refinados y vibrantes fondos abstractos. Se pensó que su enfermedad pudo deberse a la toxoplasmosis, una infección parasitaria que puede ser contraida por los gatos.
También se habló del síndrome de Asperger puesto que su obra ganaba en riqueza y habilidad a medida que Wain se hacía mayor, a diferencia de lo que se hubiese esperado de un esquizofrénico.
Sus ilustraciones son hoy en día valiosísima para coleccionistas mientras que su obra tardía se muestra en los libros de medicina para ilustrar los trastornos mentales asociados con la esquizofrenia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario