Haddon nació en 1899. Antes de 1931, cuando creó al Santa Claus
que conocemos hoy, la gente pensaba que Santa era más bien un duende, una mezcla entre un gnomo y un obispo. No exactamente una imagen muy bonita que digamos. Coca-cola quería a personaje de aspecto más amigable bebiendo su producto, así que contrataron a Haddon Sundblom para crear una nueva imagen y lo hizo. El Santa que creó Haddon Sundblom sigue siendo el ícono actual.
En el poema de Clement Moore, “Una visita de San Nicolás” (escrito en 1822), se describe a un fabricante de juguetes como “tierno y rellenito, un viejo elfo bonachón”. Haddon Sundblom cambió el aspecto de elfo al de un humano amistoso y risueño. La mayoría de los artistas caracterizaban sus imágenes y Sundblom no se quedó atrás. Usualmente, usaba a sus vecinos, sus hijos y perros como modelos. Para Santa Claus usó a su amigo Lou Prentice, un vendedor jubilado. Después de que falleciera Lou, Haddon, Haddon se vio en el espejo y decidió ser su propio modelo en vez de buscar a otro. No tenía la larga barba blanca pero esa la podía pintar.
Haddon pintó a Santa por 35 años. Usaron sus ilustraciones en carteles y publicidad. Hoy en día su trabajo se presenta en exhibiciones especiales alrededor del mundo. En 1976 pintó su último retrato. Murió ese mismo año, pero nos dejó con un simpático y pícaro Santa que siempre se come las galletitas que dejamos y muy de vez en cuando disfruta una Coca-cola.
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